Un 3,2% del total de 658 personas de toda España que participaron en los cribados de cáncer de pulmón de los últimos 18 meses han dado positivo. Un 77% han dado negativo y en un 19% de los casos los resultados han sido «indeterminados», es decir, se han necesitado pruebas posteriores para saber si hay alguna patología. Estos cribados, además, están detectando también otras enfermedades respiratorias y coronarias, más allá del cáncer.
El Proyecto Cassandra (Cancer Screening, Smoking Cessation and Respiratory Assessment), el primer programa piloto de cribado de cáncer de pulmón de España en el que participan seis comunidades autónomas (Catalunya es la que de momento aporta más centros), ha presentado este viernes sus primeros resultados.
La edad media de los participantes es de 61 años y el 52% son mujeres. Los pacientes fueron seleccionados por edad y tabaquismo: todos tienen más de 50 años y fuman o fumaron como mínimo un paquete de cigarros al día durante al menos 20 años. El tabaco es el principal factor de riesgo de cáncer de pulmón. El 54% de los participantes eran fumadores activos en el momento en que participaron en el proyecto, pero un 97% de estos (es decir, la inmensa mayoría) estaban dentro de un programa de «cesación tabáquica». Los impulsores de Cassandra destacan que este programa «va unido a dejar de fumar».
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), junto a 11 sociedades médicas y distintas asociaciones de pacientes, pretende demostrar la viabilidad, factibilidad y coste-efectividad del cribado en cáncer de pulmón en España, y que finalmente esta herramienta se incorpore a la práctica clínica ordinaria, como ocurre con los cribados de cáncer de mama o de colon, entre otros.
«Es prevenible y diagnosticable»
«El cáncer de pulmón es el que mayor mortalidad tiene en nuestro país. Y es prevenible y diagnosticable en fase precoces. Esta es una enfermedad tributaria de hacer un diagnóstico precoz», ha defendido David De la Rosa, presidente de SEPAR, en la rueda de prensa de este viernes. Pese a que está demostrado que los cribados de cáncer de pulmón son una buena herramienta de detección precoz (según algunos estudios, reducen la mortalidad hasta en un 20%), en torno a ellos hay cierta controversia. Algunas sociedades médicas, como por ejemplo la de salud pública, defienden invertir más en programas contra el tabaquismo o de deshabituación tabáquica en lugar de cribar a fumadores.
«Este programa piloto quiere demostrar que el cribado precoz es factible y eficiente en nuestro país», ha proseguido De la Rosa. «Estos cribados no están centrados en el cáncer, sino también en otras enfermedades respiratorias», ha destacado por su parte Juan Carlos Trujillo, coordinador del Proyecto Cassandra y jefe clínico del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital de Sant Pau (Barcelona). Así, estas pruebas están detectando también enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc), fibrosis pulmonar o enfermedad coronaria, y evitan también muertes por estas otras patologías.
Un TAC y dos lecturas
Los cribados consisten en un TAC. La primera lectura es realizada por la inteligencia artificial (IA) y la segunda, por un radiólogo. Se están llevando a cabo, de momento, en 12 centros de hasta seis autonomías y más de la mitad de los 658 participantes han sido reclutados este 2025, lo que refleja la velocidad de crucero que está tomando esta iniciativa. Un 3,2% de estos pacientes han dado positivo en cáncer de pulmón. «Puede parece poco, pero si al año tenemos en España unos 30.000 nuevos casos de cáncer de pulmón, estamos hablando de que podemos detectar precozmente unos mil», ha dicho Trujillo.
Este médico ha hecho énfasis en que «salvar vidas cuesta dinero». «La prevención cuesta dinero», ha recalcado y por eso ha pedido a la Administración que invierta en estos cribados. Otro de los objetivos de Cassandra es analizar más y mejor el cáncer de pulmón en general, que en algunos casos está desvinculado dl tabaquismo. De hecho, entre un 10% y un 20% de los pacientes con cáncer de pulmón no ha sido fumadores, y esto es algo más frecuente entre las mujeres. «Hay personas que no fuman y que tienen cáncer de pulmón. El proyecto Cassandra identifica muestras de sangre para tratar de analizar el porqué de esta situación», ha dicho Luis Seijo, otro de los coordinadores de esta iniciativa.
El horizonte de este proyecto es, así, incluir a más pacientes. «Necesitamos investigar más a otras personas, como por ejemplo mujeres, que tienen menos carga tabáquica», ha añadido Seijo. Cassandra hará un seguimiento a cinco y diez años de sus participamtes. Actualmente más de un 80% de los casos de cáncer de pulmón, al ser asintomáticos, se detectan en fases avanzadas.