Desde que el año pasado comenzaron las obras para la ampliación de la avenida Padre Lucchese, estratégica vía de comunicación entre las localidades de Sierras Chicas y la ciudad de Córdoba, una tenaz resistencia a la remoción de un tricentenario quebracho quedó planteada.
La disputa por la permanencia del árbol tuvo capítulos de todo tipo, incluso con rechazo de un amparo judicial y, en la última etapa, con campamentos de abrazo al noble ejemplar y personas que, pese al intenso frío reinante, se habían encadenado.
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Durante la mañana, personal judicial consiguió que se retirasen las últimas personas que “defendían” la posición, luego de intimarlos con la detención si no desistían.
En ese contexto, se comenzó con la fase final de la remoción, que implicaba el cavado profundo, con la expectativa de obtener el máximo volumen de raíz posible antes de su traslado a la que sería, en el poco probable caso de sobrevida, la nueva ubicación del quebracho.