Muchos pasan la vida añorando viajar a destinos soñados para conocer obras de la arquitectura y de la ingeniería que se han vuelto verdaderos hitos turísticos. Sin embargo, son pocos los que se animan a ser turistas en su propia ciudad.
Por eso, Edisur confeccionó un listado de construcciones increíbles de Córdoba, que destacan por su historia, infraestructura y dimensiones.
En esta oportunidad conoceremos el Teatro Libertador San Martín, uno de los edificios más atractivos e icónicos de la ciudad. Ubicada en plena avenida Vélez Sársfield, esta sala conforma el paisaje de uno de los principales epicentros de la capital provincial y es reconocida como una de las de mejor acústica del país.
En 1887, el entonces ministro de Justicia, Ramón J. Cárcano, propuso al gobernador Ambrosio Olmos la construcción de una sala estable para la realización de espectáculos y conciertos.
El proyecto fue encargado al arquitecto italiano establecido en Argentina, Francesco Tamburini, creador de la Casa Rosada y del segundo Teatro Colón de Buenos Aires. El coliseo se construyó entre 1887 y 1891, bajo la dirección del ingeniero italoargentino Giuseppe Franceschi (único especialista en hormigón armado hasta ese momento) y con la decoración pictórica y escultórica de Arturo Nembrini.
La arquitectura corresponde al modelo de teatro lírico dentro de los lineamientos de la Ópera de París, con una fuerte impronta del Manierismo Palladiano. Es decir, predomina un estilo italianizante ecléctico.
El interior es neobarroco, engalanado con cielos rasos y paredes decoradas con adornos en bronce, mármoles, arañas, terciopelo rojo, muebles estilo Luis XV, banquetas y paños europeos.
La fachada está conformada por dos niveles, coronados con tres figuras femeninas que sostienen en sus manos la lámpara votiva, la lira, la trompeta y la corona de laureles, elementos alusivos a la música. Un grupo de querubines en sobre relieve acompañan y sostienen el escudo de Córdoba.
Aunque en el frente sólo aparecen dos plantas, el edificio en realidad posee cinco y un subsuelo, que se elevan con cuatro líneas de palcos sobre la platea y el proscenio, que es el sector del escenario más cercano al público. La gran sala fue diseñada para una capacidad de 1.000 espectadores.
El histórico edificio fue inaugurado el 26 de abril de 1891 con el nombre de Teatro Rivera Indarte. A fines de siglo XIX y principios de siglo XX, era popularmente conocido como “El Teatro de la Calle Ancha” (en alusión a la avenida Vélez Sársfield) o el “Teatro Nuevo”.
Finalmente, fue rebautizado en honor al General José de San Martín en 1950, por orden del presidente Juan Domingo Perón, con motivo del centenario de la muerte del Libertador. Su nombre se cambió nuevamente a Rivera Indarte en 1956 y recuperó su actual denominación en 1973.
En la década de 1990, se añadió una cúpula en cuyo interior se destacan pinturas del artista mendocino Carlos Alonso. Ya para 2005, la capacidad máxima era de 1.077 personas.
En 2019, el Gobierno de Córdoba llevó adelante la puesta en valor, restauración y actualización tecnológica del teatro, para recibir el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE 2019).
La sala del coliseo es considerada una de las de mejor acústica en el país. Actualmente, la institución es sede de la Orquesta Sinfónica de Córdoba, la Banda Sinfónica de la Provincia de Córdoba, la Orquesta Provincial de Música Ciudadana, el Coro Polifónico de la Provincia de Córdoba, el Coro de Cámara de la Provincia de Córdoba y el Ballet de la Provincia de Córdoba.
Definitivamente, el Teatro del Libertador San Martín forma parte del legado histórico y arquitectónico de la edad de oro cordobesa. Un magnífico edificio que atrae las miradas de todos los que recorren su vereda a diario.
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