La salsa boloñesa (o ragù alla bolognese) es una de las salsas más tradicionales y sabrosas de la cocina italiana. Con una base de carne picada, verduras y tomate, esta salsa es perfecta para acompañar pastas como los tallarines, ñoquis, lasañas y espaguetis. En este artículo te enseñamos cómo hacer salsa boloñesa casera paso a paso, con ingredientes simples y mucho sabor.
Ingredientes
(para 4 porciones)
500 g de carne picada (vacuna o mitad vacuna y cerdo)
1 cebolla mediana
1 zanahoria
1 rama de apio
2 dientes de ajo
400 g de puré de tomate (o tomates triturados)
2 cucharadas de extracto de tomate (opcional)
1/2 vaso de vino tinto seco
2 cucharadas de aceite de oliva
1 hoja de laurel
Sal y pimienta a gusto
1 cucharadita de azúcar (para corregir la acidez del tomate)
Agua o caldo (cantidad necesaria)
Paso a paso
1. Preparar el sofrito
Picar bien fina la cebolla, la zanahoria, el apio y los dientes de ajo. En una olla o sartén grande, calentar el aceite de oliva y rehogar las verduras a fuego medio hasta que estén tiernas y ligeramente doradas (unos 10 minutos).
2. Agregar la carne
Sumar la carne picada y cocinar hasta que cambie completamente de color. Romper los grumos con la cuchara de madera para lograr una textura uniforme.
3. Incorporar el vino
Agregar el vino tinto y dejar que se evapore el alcohol, cocinando unos 2 a 3 minutos.
4. Añadir el tomate
Incorporar el puré de tomate y el extracto si lo usás. Agregar la hoja de laurel, el azúcar, sal y pimienta a gusto. Mezclar bien.
5. Cocinar a fuego lento
Bajar el fuego al mínimo y cocinar con tapa entreabierta durante al menos 40 minutos, idealmente 1 hora. Ir agregando un poco de agua o caldo si la salsa se espesa demasiado. Cuanto más tiempo de cocción, más sabor tendrá.
6. Rectificar sabor y servir
Retirar la hoja de laurel, corregir sal y pimienta, y servir caliente sobre tu pasta favorita. También podés usar esta salsa para preparar una lasaña o canelones.
Tips
Usá carne de buena calidad y, si podés, una mezcla de vacuna y cerdo para darle más sabor.
El vino tinto realza los sabores, pero si preferís, podés usar blanco seco o directamente suprimirlo.
La cocción lenta es clave: cuanto más tiempo, mejor textura y sabor.