Gloria Carrasco, esposa del presidente de Quirón Prevención SL, Fernando Camino, ha negado este jueves ante la jueza Inmaculada Iglesias que le pagara una comisión a Alberto González Amador, la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. En la causa se investigan posibles delitos de corrupcion atribuidos al empresario en su actividad particular, parte de la cual tiene que ver con citada sociedad de servicios sanitarios.
González Amador le ofreció a Carrasco en diciembre de 2020 comprarle la empresa Círculo Belleza SL, dedicada a productos de droguería, perfumería y cosmética por 499.836 euros, una cantidad que según la Fiscalía y las propias particulares –PSOE y Más Madrid– es sospechosa de constituir un soborno a cambio de que se le pudieran facilitar negocios con Quirón.
Según la inspección Tributaria que obra en la causa, Círculo de Belleza no tenía inmuebles o empleados — su activo material se limitaba a un ordenador portátil y tres aparatos de depilación y remodelación corporal– y tras comprarla González Amador cambió su nombre por el de Masterman & Whitaker Medical Supplie And Health Process Engineering S.L. Ello podría constituir un delito de corrupción en los negocios, pero también se investiga si la pareja de Díaz Ayuso pudo utilizar esta sociedad para eludir sus obligaciones con Hacienda, según apuntó hace varios meses el Ministerio Público.
«Se hace la tonta»
Según han relatad o a EL PERIÓDICO fuentes presentes en la declaración, además de negar el soborno, Carrasco ha explicado que fue González Amador quien le ofreció realizar la operación y a ella le pareció correcta y razonable, pues el dinero que obtendría le serviría para acometer otros proyectos. No obstante, la investigada habría sido algo menos contundente a la hora de explicar los pormenores del contrato, cuya conformación ha atribuido.
«Somos un matrimonio atípico, solo nos vemos los fines de semana», ha señalado en un momento de su declaración, según las fuentes consultadas, que señalan que Carrasco «se hace la tonta» cuando asegura que ella no se leía los contratos y no hablaba con su esposo, directivo de Quirón, de estos asuntos.
Compra sospechosa
Las sospechas de la Fiscalía surgieron cuando la Agencia Tributaria determinó que la entidad «carecía de actividad y patrimonio» y la empresaria, que poseía el 60% de las participaciones, había comprado el 40 por ciento restante por apenas 16.000 euros a su marido y a su hermano tres meses antes de venderla por un importe que supuso un incremento de su valor en un 1.000 por ciento.
La declaración de Carrasco fue solicitada por las acusaciones populares que ejercen el PSOE y Más Madrid, dentro de la pieza separada que investiga estos supuestos amaños, que es independiente de la que investiga los dos delitos fiscales y la falsedad documental atribuidas al novio de la presidenta madrileña por los que ya ha sido procesado.
Cuando declaró ante la jueza, González Amador negó que el pago por la adquisición de una empresa aparentemente sin valor fuera una comisión encubierta para facturar sus servicios con el grupo. Lo justificó en que, pese a su escasa actividad, tenía una interesante red de contratos de distribución. También aportó documentos para acreditar los ingresos que recibió del grupo Quirón Prevención en los años 2019, 2020 y 2021.
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