La noche caía sobre barrio Argüello de la ciudad de Córdoba y un estruendo quebró la calma de la Recta Martinolli: una abertura forzada en una joyería dejaba al descubierto que algo no estaba bien. Adentro, un hombre de 33 años —con pedido de captura vigente por causas penales— intentaba hacerse de un botín brillante.
Cuando la policía llegó, el ladrón trató de huir. No llegó lejos: lo detuvieron a pocos metros y en su poder encontraron 28 relojes, 9 cadenas, 16 anillos y 14 pares de aros, todo listo para desaparecer en la noche.
Pero la escena no terminó ahí. Mientras el operativo seguía, otro sospechoso logró escapar y abandonó un Peugeot 3008 en barrio Lamadrid, donde finalmente fue incautado. En medio del despliegue, vecinos del sector comenzaron a arrojar piedras contra los móviles policiales, obligando a los uniformados a usar armamento menos letal para dispersar la situación.
El detenido fue trasladado a sede policial y quedó a disposición de la Justicia, mientras la investigación continúa para dar con el segundo involucrado y esclarecer todos los detalles del hecho que convirtió a una joyería de Argüello en el centro de una noche agitada.