Las autoridades de Texas alertan sobre los riesgos que conlleva compartir fotos escolares del regreso a clases en redes sociales, dado que pueden exponer información sensible y poner en peligro a los menores. En ese sentido, expertos y agentes policiales detallan las precauciones que los padres deben adoptar antes de publicar estas imágenes.
Cada año, las redes sociales se llenan de imágenes del primer día de clases, muchas de ellas acompañadas de carteles con el nombre del niño, su edad, grado escolar y datos de la institución.
El criminólogo Dr. Alex Del Carmen advirtió en diálogo con KXXV que estos datos pueden ser usados para el robo de identidad o con fines delictivos.
Además, explicó que, al tomar la fotografía con un teléfono móvil, la información de geolocalización puede delatar la ubicación exacta.
Por otro lado, la experta Del Carmen aclaró que, al compartir una imagen en línea, se puede revelar sin querer el lugar y la hora en la que fue tomada. Esto permite que personas malintencionadas identifiquen la escuela y el entorno del menor.
El oficial Rafael Pantoja, de la Oficina del Alguacil del Condado Harris, Texas, subrayó en Telemundo Houston los datos que las autoridades recomiendan no mostrar en redes sociales:
De acuerdo a Pantoja, muchos padres no se dan cuenta de que también las mochilas, uniformes o credenciales escolares revelan información clave.
Según el oficial de Harris, el riesgo se incrementa cuando la imagen se publica de forma pública o se comparte sin restricciones.
Es por esto que las autoridades proponen medidas específicas para que las familias puedan conservar los recuerdos sin comprometer la seguridad:
La policía y especialistas como Del Carmen insisten en que la emoción por el regreso a clases no debe opacar la importancia de proteger la privacidad de los niños. En un entorno digital tan complejo, la prudencia al compartir información se vuelve fundamental.
La advertencia de las autoridades es clara: antes de subir una foto del primer día escolar, se debe pensar en la seguridad y en limitar al máximo la información que pueda ser usada en contra de los menores.