Los precios de los alimentos en Europa han subido hasta un 50% en muy pocos años. ¿Qué relación tiene este fenómeno con la degradación del suelo? Una investigación científica con participación española, que acaba de publicarse, demuestra que los efectos del cambio climático y la agricultura industrial sobre la calidad del suelo está en el origen de buena parte del problema.
La degradación del terreno, según los expertos, intensificará aún más esta subida de precios, ya que los suelos afectados hacen que los cultivos agrícolas sean más vulnerables y menos resistentes frente a las sequías y las inundaciones, lo que genera cosechas impredecibles y fluctuaciones de precios.
La investigación, en la que han participado miembros de Barcelona Supercomputing Centre y de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA), se ha publicado en la revista Environmental Research Letters.
No solo costes energéticos y problemas de transporte
«Si bien los costes de la energía y las interrupciones en la cadena de suministro han acaparado los titulares, el deterioro de la salud del ecosistema más importante de nuestro planeta, el suelo, expone cada vez más nuestros sistemas alimentarios a devastadores impactos climáticos, lo que genera precios volátiles y cosechas inciertas. Se necesita un suelo sano para mitigar estas crisis y protegernos de ellas», ha manifestado Praveena Sridhar, coordinadora de Ciencia y Políticas del movimiento Save Soil, una entidad que lucha por la preservación del suelo en todo el planeta.
El calentamiento global está destruyendo el suelo y dispara el precio de los alimentos / Pixabay
De hecho, en la reciente Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios celebrada en Etiopía (del 27 al 29 de julio), se hizo evidente que la tendencia al alza de los precios de los alimentos es un fenómeno que se observa en todo el mundo.
El informe de la ONU ‘El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2025’), publicado este mes de julio, destaca que desde 2018, el coste por persona y día (en dólares de paridad de poder adquisitivo), ha aumentado en todo el globo.
Agricultura intensiva contra el suelo
“Debido a las prácticas agrícolas industriales intensivas, el suelo pierde capacidad para adaptarse a las cada vez más frecuentes crisis climáticas, como las sequías o las lluvias torrenciales, lo que hace que los cultivos sean extremadamente vulnerables y aumenten los precios de los alimentos”, según esta organización.
“En Europa, esto es una catástrofe, dado que la región es un foco de cambio climático, con un calentamiento que duplica el promedio mundial”, añade Save the Soil.
Los casos de España y Reino Unido
La crisis del aceite de oliva vivido en España recientemente es una muestra de ello. Nuestro país, el mayor productor de aceite de oliva del mundo, sufrió en 2023 su peor sequía desde 1905. La degradación del suelo, según los informes científicos, contribuyó directamente a un aumento del 50% en los precios del aceite de oliva en toda la Unión Europea, entre enero de 2023 y enero de 2024.
Nivel de aumento de los precios de los alimentos / ONU
Por su parte, el Reino Unido experimentó un aumento repentino del precio de las patatas entre enero y febrero de 2024, lo que demuestra que la falta de flexibilidad del suelo para adaptarse a las fuertes lluvias también afecta los rendimientos y los precios.
Las previsiones, según estos estudios, son desalentadoras. En un escenario de altas emisiones, el rendimiento del maíz en la región mediterránea de Europa podría disminuir hasta un 40% para 2050. Se estima que las pérdidas de trigo se sitúan entre el 15% y el 25% tanto en Europa Oriental como Occidental.
Aparte de estos productos alimenticios específicos, en promedio, la inflación del precio de los alimentos en Europa, si bien disminuyó desde el pico histórico del 15% en marzo de 2023, todavía se mantuvo en un nivel alto del 5,7% en 2024, muy por encima de la norma pre-pandémica del 2,1% que puede considerarse una tasa de inflación «saludable».
«Un suelo enfermo lleva a una alimentación enferma»
«La conexión es innegable: un suelo enfermo implica sistemas alimentarios enfermos y en última instancia, precios más altos para los consumidores» afirma Praveena Sridhar. «Durante demasiado tiempo hemos tratado el suelo como un medio inerte, pero es un ecosistema vivo, vital para la producción de alimentos, al igual que otros elementos fundamentales como el aire y el agua. Su degradación, causada en gran parte por la agricultura industrial intensiva, hace que nuestra agricultura sea increíblemente frágil ante la escalada de fenómenos climáticos extremos”, añade.
La salud del suelo es fundamental para la alimentación mundial / Agencias
Save Soil destaca que la degradación del suelo y la dependencia de fertilizantes químicos, ambas agravadas por las condiciones climáticas extremas, están aumentando la vulnerabilidad de los cultivos e impulsan la continua volatilidad de los precios de los alimentos.
Un suelo sano para una alimentación sana
La solución radica, señalan, en adoptar prácticas sostenibles de gestión del suelo que maximicen la biodiversidad, como reducir las perturbaciones de labranza, combinar árboles y cultivos, diversificar los cultivos, mantener una cobertura que lo proteja y nutra y mantener las raíces vivas ya que es en su intrincada red donde radica el verdadero poder para reestructurarlo.
Estas prácticas aumentan la materia orgánica del suelo, ayudando a romper el vínculo entre los costos de los insumos y los precios de los alimentos y a producir suelos resistentes que retengan agua y sustenten cultivos más fuertes.