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Vuelta a casa para los vecinos de cinco pueblos de Zamora en un día de optimismo contenido

Vuelta a casa, pero confinados. Los vecinos de los pueblos San Ciprián de Sanabria, Coso, Rábano, Barrio de Rábano y Escuredo, en Zamora, emprendían este miércoles el viaje de regreso tras la autorización del Cecopi que vuelve a poner el contador de pueblos desalojados por el incendio de Porto en el lado zamorano a cero. Ha sido una jornada intensa de trabajo, también de optimismo con matices y, ante todo, contenido.

«Hoy empezamos a ser optimistas», reconocía Miguel García Rodríguez en calidad de director técnico de extinción del incendio forestal, si bien «no nos atrevemos a decirlo con rotundidad». La decimocuarta jornada llegaba como un soplo de aire fresco para los efectivos desplegados que han podido retomar los «ataques directos» tras varios días sin poder encarar el frente de las llamas.

La mejor evolución se concentra en el foco declarado en San Ciprián y que confían en estabilizarlo «en breve» tras una noche de trabajo efectivo, tal y como declaraba ayer a mediodía el jefe de jornada del operativo, Mariano Rodríguez. Con todo, al cierre de esta edición ninguno de los tres ha podido perimetrarse aún con numerosas áreas humeantes, alguna zona caliente y, de manera puntual, activa. La noche será clave para valorar hoy la situación de un incendio que, confían, mantenga las condiciones meteorológicas favorables que no se han venido cumpliendo durante días pasados y que este miércoles sí acompañaron.

En San Ciprián, donde los efectivos han avanzado consolidando con quemas de ensanche, el foco que más preocupa es el de La Baña en León, al ser la que presentar la mayor actividad: «Tiene bastante perímetro con puntos calientes». La evolución permitía levantar todos los cortes de carreteras establecidos a excepción el de la ZA-103 entre San Martín de Castañeda y la Laguna de Peces, que continúa cerrado al tráfico.

Medios de la UME desplegados en el entorno de la Casa del Parque del Lago de Sanabria.

En un incendio que «ha dado la vuelta tantas veces» no hay lugar para afirmaciones rotundas: «Ya no nos atrevemos a asegurar que no vaya a volver a fallar (la previsión)». Las condiciones de humedad y la bajada de las temperaturas se espera que continúen dando un respiro a lo largo de las próximas jornadas.

Han sido el viento y la humedad los factores que más han complicado las labores de extinción «jugando malas pasadas». La situación desfavorable ha llegado incluso a impedir el desempeño de las labores nocturnas «que es cuando más se puede avanzar en su control», añadía García.

El humo también ha obligado a prescindir durante varios días del tan necesario apoyo aéreo, especialmente necesario en puntos donde la inaccesibilidad al terreno complica el acceso por tierra, como en el caso del Cañón del Tera. En este punto, los medios desplegados se afanan por ralentizar el avance de las llamas «para que no se dispare en ningún momento», enfriando y refrescando lo máximo posible.

Balance

La otra cara es la de los datos. En un momento en el que las llamas continúan avanzando, las últimas estimaciones apuntan a que ya han ardido más de 16.000 hectáreas de terreno forestal de alto valor ecológico desde el pasado 14 de agosto en el que se declaró el incendio de Porto.

Como negro es el registro que deja 141.131 hectáreas calcinadas solo entre el 18 de julio y el 26 de agosto en el conjunto de Castilla y León. Del total de superficie quemada, la de zona matorral es la más afectada con 60.739 hectáreas, seguida por la arbolada (43.433) y áreas con escasa densidad forestal (15.674), según los datos del sistema Copernicus de la UE.

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