Carta 1) La luna: claroscuro. Poca claridad. Ilusión. Lo onírico. Subconsciente. Intuición. Lo oculto.
Carta 2) Diez de espadas: fin de un ciclo y comienzo de otro. Dolor. Sufrimiento.
Carta 3) Dos de bastos: decisión. Planificar una acción. Horizonte. Lejanía. Salir de la zona de confort.
Mensaje final:
Termina un ciclo de mucho dolor y sufrimiento. La persona puede sentirse herida y traicionada. Ha quedado por el suelo, medio muerta, atravesada de muchas espadas. Tal vez fue blanco de mentiras o de cosas ocultas que además de sufrimiento emocional, le han provocado confusión, y poca claridad sobre lo que estaba pasando o sobre la realidad. Quizás sintió dudas, inseguridad y miedos que la dejaron en una situación de extrema vulnerabilidad. No obstante, el tarot alienta a esta persona a levantarse, a retomar las riendas de su vida, a procurar sanar. Como dice el dicho:» lo que no te mata, te fortalece». La persona debería salir del lugar de víctima y empezar de nuevo. Es que es lo que ocurrirá finalmente, porque ese ciclo doloroso ha llegado a su fin, por eso la última carta, el dos de bastos, habla de planificar una acción. Es necesario salir del estado de derrota y depresión, ponerse de pie y pensar una estrategia para alcanzar un sueño que vuelva a recuperar la ilusión perdida. Puede ser que por el momento ese sueño por cumplir se vea lejano, lo que no significa imposible. De ahí la importancia de poner manos a la obra, de pensar los pasos a seguir cuidadosamente, pero fundamentalmente, de tomar la decisión de empezar a caminar con determinación hacia esa meta que se vislumbra. Todo irá bien! Lo peor ya ha pasado!