InicioSociedadLos indicios no son pruebas. Están a dos mil kilómetros

Los indicios no son pruebas. Están a dos mil kilómetros

La Guardia Civil escuchó los pensamientos de Antonio Caba, acusado de la desaparición de dos vecinos de Manzanares (Ciudad Real), porque colocó un micrófono en su coche: «Pero ¿qué asesinato?, ¿dónde está el muerto?».

Después de aquella investigación, la Guardia Civil recuperó los cadáveres de Jesús González y Juan Miguel Isla, que había tirado en sendos pozos de la zona. Desde entonces, Caba está en prisión acusado de los dos asesinatos.

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