«Nadie se va pintar la cara hoy, pero vamos a un escenario más conflictivo«. La reflexión de uno de los principales jefes de la CGT resonó con fuerza en el mundo sindical tras la derrota del Gobierno en las elecciones bonaerenses. La cúpula de la principal central obrera sacó pecho con el contundente triunfo de Axel Kicillof, a quien bancó a fondo en su decisión de desdoblar los comicios provinciales, amplificando con ello su distanciamiento con Cristina Kirchner. El mismo domingo por la noche, en pleno festejo en el escenario del bunker en La Plata, el gobernador los mencionó en su discurso como parte de los artífices de la victoria.
El gesto se sumó al «pago» con el que los sindicalistas se entusiasman: tres de los lugares clave que Kicillof definió en las listas que el kirchnerismo armó para la pelea de octubre son ocupados por sus aliados gremiales. «Volvió el peronismo y vamos a ser parte de la reconstrucción. Tenemos candidato», lanzó uno de los dirigentes que se abrazó en un efusivo abrazo con el gobernador durante los festejos. Allí la escena era compartida por el triunviro Héctor Daer y hasta dos de los que suenan para la futura conducción, como Christian Jerónimo y Maia Volcovinsky. No llegaron a tiempo para el acto pero también celebraron el resultado los «independientes» Andres Rodríguez, José Luis Lingeri y Gerardo Martínez, que apostaron fuerte por Kicillof en plena pulseada con la ex presidenta y La Cámpora.
Mientras avanza en los preparativos del proceso de renovación de sus propia conducción, el análisis del escenario político que abrió la derrota de Javier Milei en la Provincia se convirtió en el gran denominador de las conversaciones de la primera línea cegetista. Fue parte de algunas charlas entre dirigentes entre el lunes y martes post-electoral. Y ya está prevista para los próximos días una reunión de la denominada «mesa chica» en la que se revaluará la estrategia de la central en su vínculo con la administración libertaria.
De cara a ese debate interno, se multiplicaron las voces de dirigentes que plantean la necesidad de reformular la actitud dialoguista con el Gobierno que la entidad privilegió en los últimos meses para exponer una postura de mayor endurecimiento, en particular con vistas a la negociación salarial en paritarias.
«Hoy no se está planteando un paro general, hay que ser prudentes. Pero es evidente que la dinámica política cambió«, razonó uno de los referentes de esa mesa chica ante la consulta de Clarín. Repiten el mensaje de que «acá nadie quiere que se caiga el Gobierno», pero advierten que la reacción de la Casa Rosada frente a la paliza bonaerense revela una «incomprensión» del resultado de las urnas que puede complicar la performance electoral de La Libertad Avanza en el tramo decisivo hacia octubre. «No la ven», ironizó un jefe cegetista en ese análisis.
La renovada ofensiva que ya imaginan los caciques cegetistas en su vínculo con el Gobierno se enmarcará, inicialmente, en el proceso de renegociación de las paritarias sectoriales. La apuesta de los dirigentes, en ese esquema, es plantarse frente a la pretensión del ministro de Economía, Luis Caputo, de extender el tope salarial con aumentos por debajo del nivel de inflación mensual que la mayoría de los gremios suscribió desde principios de año bajo amenaza de no homologar los acuerdos. «El Gobierno tiene que rectificar el rumbo porque la gente no llega a fin de mes y el malestar social por la situación económica se va a profundizar», comentó otro dirigente consultado por Clarín que tiene previsto renegociar su paritaria en las próximas semanas. Y desafió: «Si no lo entienden habrá más conflictividad».
La posibilidad de una aceleración de los conflictos que anticipan varios gremialistas también se relaciona con la multiplicación de problemas de empleo (cierres de empresas, despidos y suspensiones) producto del estancamiento de la actividad económica en los últimos meses. Importantes sindicatos del sector industrial profundizaron en las últimas semanas sus medidas de fuerza y planes de lucha, a la par de las protestas y movilizaciones de los gremios estatales por el impacto de la motosierra libertaria en la administración pública.
Frente a ese panorama, el próximo jueves 18 de septiembre sesionará el Comité Central Confederal de la entidad para dar continuidad al cronograma de elección de la nueva conducción cegetista, previsto para el 5 de noviembre. La negociación entre los diversos sectores internos se encamina a alumbrar un nuevo triunvirato de mando, en reemplazo del trío que actualmente componen Daer (Sanidad), Carlos Acuña (estacioneros) y Octavio Argüello (Camioneros).
Sin embargo su integración aún esta lejos de definirse. Hasta la semana pasada se barajaban los nombres de Jerónimo (vidrio), Volcovinsky (judiciales) y Jorge Solá (seguros) como los candidatos más firmes. Pero en las últimas horas el Hugo Moyano redobló la presión sobre sus pares para mantener a Argüello en el triunvirato con el respaldo de algunos referentes de peso de la central. La ronda de discusiones para terminar de resolver la conducción se acelerará a la par del desenlace electoral de octubre.