Un nuevo estudio ha encontrado evidencia de que una enfermedad ósea potencialmente mortal puso en peligro la vida de numerosos dinosaurios de cuello largo en el actual Brasil, hace aproximadamente 80 millones de años y justo antes de la colisión del asteroide que los borró de la faz de la Tierra.
Un hallazgo en el interior del estado de São Paulo, en Brasil, arroja luz sobre una cara poco conocida de la vida de los últimos dinosaurios: no solo estaban expuestos a cambios climáticos y otras amenazas, sino que también al menos algunos grupos sufrían infecciones óseas letales.
Investigadores brasileños que estudiaron huesos fosilizados de sauropodos, los grandes dinosaurios de cuello largo, en la localidad de Ibirá, hallaron múltiples evidencias de osteomielitis, una infección ósea que hoy puede ser causada por bacterias, hongos, virus o protozoos, según una nota de prensa de la Agência Fapesp.
Procesos infecciosos mortales
Los restos, datados en el Cretácico Superior, o sea hace aproximadamente 80 millones de años, pertenecen al Grupo Bauru y corresponden a aproximadamente seis individuos distintos. En cada caso, los huesos muestran protuberancias y reacciones periosteales, características de procesos infecciosos crónicos o agudos.
Lo más llamativo, según los autores del estudio publicado en la revista The Anatomical Record, es la ausencia de señales de curación. En otras palabras, no se observó la remodelación ósea que indicaría que el animal había sobrevivido al episodio infeccioso, una condición que sugiere que muchos de estos animales murieron con la infección todavía activa.
Los detalles anatómicos indicados incluyen varios patrones de neoformación ósea reactiva: desde pequeñas protuberancias circulares hasta formaciones elipsoides en patrón “huella dactilar” y expansiones marcadas en altura y área del hueso. Estas señales permiten distinguir procesos infecciosos de otras patologías, como fracturas o tumores. De esta manera, todo apuntan a que la enfermedad actuó de forma repetida y localizada.
El poder destructivo de las infecciones
Aunque este hallazgo no se constituye en una explicación para la extinción masiva final del Cretácico, hace 66 millones de años a causa del impacto de una enorme roca espacial, es una evidencia importante en torno a que las poblaciones locales de dinosaurios podían ser diezmadas por agentes infecciosos.
Referencia
Several occurrences of osteomyelitis in dinosaurs from a site in the Bauru Group, Cretaceous of Southeast Brazil. Tito Aureliano et al. The Anatomical Record (2025). DOI:https://doi.org/10.1002/ar.70003
En una zona donde varios individuos de la misma especie muestran una idéntica patología, las condiciones ambientales, como por ejemplo presencia de vectores, agua estancada, estrés nutricional o comunidades microbianas particulares, habrían favorecido la aparición y transmisión de la infección.
El estudio refuerza la importancia de la paleopatología o estudio de enfermedades en fósiles, para reconstruir no solo la morfología y ecología de especies extintas, sino también las presiones sanitarias que enfrentaron. Analizar estas enfermedades antiguas ayuda a comprender cómo factores biológicos locales pueden afectar la supervivencia de poblaciones enteras, y aporta una pieza más al complejo rompecabezas de por qué ciertos linajes desaparecieron en distintos momentos y lugares del planeta.