El granadino Ángel Olgoso se halla entre los ilustres que han obtenido en dos ocasiones el Premio Andalucía de la Crítica, en su caso en la modalidad de relatos, además de más de treinta premios como el Internacional Julio Córtázar, el Clarín, el NH, Caja de España… Es uno de los escritores andaluces con mayor proyección nacional, habiendo sido antologado en más de setenta antologías del género. Su obra es amplia desde que en 1991 publicara ‘Los días subterráneos’. En 2022 comenzó la publicación de sus cuentos completos (700) en seis volúmenes temáticos, por parte de la editorial Eolas en su colección ‘Las Puertas de lo Posible’. Además es fundador y rector del Institutum Pataphysicum Granatensis, miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada y de la Amateur Mendicant Society de estudios holmesianos con textos traducidos al francés, inglés, alemán, italiano… Con ‘Madera de deriva’, se inicia una nueva etapa en la que los elementos autobiográficos poseen un espacio e identidad propia tanto como la reflexión metaliteraria. Se trata de un escritor con oficio bien aprendido. Con apenas unos trazos puede construir una historia atractiva, solvente y singular para el lector. Obras con la sabiduría del equilibrio (ese difícil arte del relato para que no sobre ni falte nada) en la creación de mundos precisos y en la resolución fáctica (qué complicado resolver el final de un cuento) de esos inestables armónicos narrativos, con un lenguaje cuidado, certero, eficaz e imprescindible. Son breves argumentos que proyectan la búsqueda de la identidad perdida, la injusticia del ser humano, su afán de venganza o de equidad, la justificación de los actos, la reacción extraña ante lo insólito del mundo, la superación de la realidad del misterio, la sensación de amenaza permanente que soporta el ser humano, el despliegue de las obsesiones, lo sobrenatural humano, la amistad o la repulsión…
‘Madera de deriva’ es una obra enormemente rica, heterodoxa, plural… Por momentos pueden parecer reflexiones de tipo ensayístico; en otros una evidente crítica social (que no se ha prodigado en su obra) o la más íntima presencia de su mundo siempre fantasioso, lejano de la realidad aunque esta se encuentre presente a su modo con un cierto costumbrismo, como en el relato «Chile en el corazón», donde cuenta su viaje a ese país con Marina. Historias que siempre mueven a la expectación y al encuentro con un lenguaje cuidado, esmerado y sutil, muy preciso, y un recorrido por sus grandes autores que aquí están presentes: Borges, Bioy Casares, Cela, Cortázar o José María Merino, su gran amigo. Su obra se mueve a caballo entre los axiomas y la enciclopedia, entre las abigarradas lecturas y la presencia de un modo personal, original y muy olgosiano, que puede ser una reflexión ecológica, sobre la lectura o sobre la poesía… y no menor por momentos es su concepción culturalista y diletante del texto literario. Con una enorme inventiva y singular capacidad para fantasear por los vericuetos del ser humano, su mundo y su existencia. En el prólogo de Óscar Esquivias nos habla de un libro «variopinto, raro, sabio, misterioso, lleno de fervor por la literatura, en el que relata historias reales que parecen fábulas y cuenticillos con aspecto de noticias o crónicas». Esta versatilidad y variedad tanto temática como formal es un elemento fundamental en esta nueva etapa tanto como ese amor por la vida y la literatura con la que tiene mucho que ver su compañera de viaje, la poeta chilena Marina Tapia. Todo ello hacen de ‘Madera de deriva’ un libro de gran calidad literaria y de gran personalidad en donde se muestra de nuevo la facilidad de creación, el amor a la palabra y al rescate de lo vivido, donde temáticas sociales o ecológicas se abren paso, así como las reflexiones metaliterarias o cuasi biográficas a las que hasta ahora había sido bastante remiso.
Es un escritor para el que la facilidad del verbo le permite adentrarse en aventuras culturalistas, en cuadros, glosarios, pero también construcciones memoriales como el citado texto «Chile en el corazón», el relato más extenso. Hay mucho de idealismo creador y también de análisis crítico cuando habla de algunos escritores como la pocilga, «cochiquera gremial» para referirse aquellos que no transigen con la dificultad creadora y apuestan por la simplificación. La variada presencia de significantes dotan a esta obra riqueza y le dan un carácter definitivo, con la construcción de historias realistas, axiomáticas, críticas o surreales como la del predicador en la Antártida. Su pasado, sus sueños, sus derrotas, junto con una mirada siempre presta al asombro nos permiten hablar de un autor esencial, con un discurso ético profundo que defiende la fraternidad y un mundo decente. Un escritor en el que su rica fantasía le permite adentrarse por cualquier temática con una guía siempre presente: «Escribir es una inmolación consciente y razonada que el verdadero escritor hace de su tiempo».
‘Madera deriva’.
Autor: Ángel Olgoso.
Editorial: Libros del Innombrable. Zaragoza, 2025.
Suscríbete para seguir leyendo
