domingo, 2 de noviembre de 2025 · 04:31
Mundo. El 3I/ATLAS fue detectado el 1 de julio de 2025 por el telescopio ATLAS en Chile, marcando la llegada del tercer objeto interestelar confirmado en nuestro Sistema Solar después de 1I/Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019. Este cometa se distingue por su tamaño, velocidad y composición química, convirtiéndolo en un objeto único que despierta gran interés científico.
Su núcleo, estimado en 20 kilómetros de diámetro, y una masa aproximada de 33.000 millones de toneladas, lo transforman en el objeto interestelar más grande registrado hasta la fecha.
Su velocidad de 210.000 km/h (60 km por segundo) y su órbita hiperbólica confirman que no está sujeto a la gravedad solar, cruzando el sistema como un visitante de otra galaxia.
El cometa es considerado una auténtica cápsula del tiempo: con aproximadamente 10.000 millones de años, es más antiguo que nuestro vecindario cósmico, que tiene 4.600 millones de años.
Compuesto de hielo, polvo y gases prácticamente inalterados, transporta material primordial de las etapas iniciales de la Vía Láctea. Este hecho permite a los astrónomos estudiar directamente las condiciones físicas y químicas del universo temprano.
El recorrido de 3I/ATLAS también despierta suspicacias. Su aproximación a Marte, Venus y Júpiter se produjo con distancias mínimas sorprendentes, como los 2,7 millones de kilómetros respecto a Marte, un evento descrito por algunos expertos como un “ajuste extraordinario de la trayectoria” debido a la probabilidad ínfima de que ocurra por azar.
Además, su comportamiento frente al Sol resultó inusual. Tras acercarse a 203 millones de kilómetros de nuestra estrella en octubre de 2025, el cometa desarrolló primero una anticola dirigida hacia el Sol y luego una cola convencional. Este cambio fue interpretado por varios expertos como una posible maniobra controlada.
El seguimiento del cometa es posible a través de simuladores como Eyes on the Solar System de la NASA, así como de plataformas especializadas como The Sky Live, que permiten observar su posición y trayectoria en tiempo real, así como estadísticas como la distancia al Sol y a la Tierra.
