El 22 de junio de 1986, el Estadio Azteca de la Ciudad de México fue el escenario de un partido que trascendió el fútbol para convertirse en un hito histórico, social y político: el enfrentamiento entre Argentina e Inglaterra por los cuartos de final de la Copa del Mundo. Este encuentro, recordado principalmente por los dos goles de Diego Armando Maradona, no fue un partido más, especialmente para Argentina, debido a que se jugó cuatro años después de la Guerra de Malvinas.
X de Andrés Yossen 🇦🇷 ⭐🌟⭐
Un trasfondo político y emocional intenso
La Guerra de Malvinas, que finalizó en 1982, dejó una profunda huella en ambas naciones y añadió una carga emocional y simbólica sin precedentes al partido. El periodista Andrés Burgo, en su investigación plasmada en el libro «El Partido», ahonda en las diversas aristas de aquella jornada.
En los días previos al encuentro, el ambiente político en Argentina estaba caldeado. Se debatía si la selección debía jugar o no, y surgieron varias propuestas:
- El diputado peronista Miguel Ángel Alterach solicitó un minuto de silencio en homenaje a los caídos en la guerra.
- Otros legisladores propusieron que la camiseta argentina llevara estampado el dibujo de las Islas Malvinas.
- La propuesta más drástica llegó de ocho senadores del Partido Justicialista, quienes solicitaron al presidente Raúl Alfonsín que la selección se retirara del Mundial para no jugar contra Inglaterra, argumentando que «jugar contra Inglaterra atenta contra nuestra soberanía en las Malvinas». Esta posición reflejaba la ruptura diplomática entre ambos países en ese momento.
- El propio presidente Alfonsín, si bien no cedió a la presión de retirar al equipo, intentó en los meses previos al Mundial destituir a Carlos Bilardo como director técnico, una maniobra que Bilardo denominó un «golpe de Estado» y que fue frustrada gracias al respaldo de Diego Maradona y Julio Grondona, presidente de la AFA.
Las autoridades temían que el partido derivara en enfrentamientos violentos entre los «hooligans» ingleses y las «barras bravas» argentinas, lo que pondría en peligro los intentos de normalizar las relaciones diplomáticas.
Los goles que hicieron historia
El partido comenzó al mediodía del 22 de junio, bajo altas temperaturas y a 2250 metros de altura en la Ciudad de México, condiciones difíciles para los jugadores. A pesar de que Maradona tenía problemas físicos en la rodilla derecha previos al torneo, recuperó su plenitud para el Mundial.
X de Víctor Hugo Morales
El primer gol: «La Mano de Dios» A los 51 minutos del segundo tiempo, llegó el primer gol. Diego Maradona, tras una serie de rebotes, saltó para anticipar al arquero inglés Peter Shilton y golpeó el balón con su mano izquierda para enviarlo al fondo de la red. El árbitro tunecino Ali Bin Nasser, a pesar de las protestas de los jugadores ingleses, convalidó el gol. El mismo Maradona, al terminar el partido, negó haber usado la mano, declarando que fue «un poco con la cabeza de Maradona y otro poco con la mano de Dios», frase que inmortalizaría el gol. Años después, Maradona finalmente reconocería públicamente que fue un gol con la mano, afirmando: «¡Fue la mano del Diego! Y fue como robarle la billetera a los ingleses también…». Para los ingleses, este gol significó haber sido eliminados por «trampa», generando indignación y un fuerte debate sobre el «fair play».
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El segundo gol: «El Gol del Siglo» Solo cuatro minutos después, a los 55 minutos, Maradona anotó el que sería reconocido como el «Gol del Siglo». Recibiendo el balón de Héctor «Negro» Enrique en su propio campo, Maradona emprendió una carrera memorable de 52 metros en 10.6 segundos, dejando atrás a cinco jugadores ingleses (Glenn Hoddle, Peter Reid, Kenny Sansom, Terry Butcher, Terry Fenwick) y al arquero Peter Shilton, con 12 toques de pelota y una velocidad de aproximadamente 18.5 kilómetros por hora. Este gol fue elegido como el mejor en la historia de la Copa del Mundo en una encuesta de la FIFA en 2002, con más de 340.000 votos.
X de Ataque Futbolero
Este gol épico fue inmortalizado por la emocionante narración de Víctor Hugo Morales para Radio Argentina, con frases icónicas como «Barrilete cósmico» y «¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés…?». El propio Morales admitió haber «perdido la compostura» durante el relato, describiéndolo como «haberse desnudado y salir corriendo por las calles». La elección de «Barrilete cósmico» para Maradona tuvo su origen en una crítica peyorativa de César Luis Menotti, que Morales transformó en un elogio.
X de Ataque Futbolero
Los relatos ingleses, por su parte, reflejaron una mezcla de desprecio y admiración, llegando a calificar a Maradona como el causante de la «gran tragedia británica», aunque algunos reconocieron su «sello de grandeza» y lo describieron como «el mejor del mundo». El defensor inglés Terry Fenwick admitió que en otras circunstancias habría derribado a Maradona, pero dudó al tener una tarjeta amarilla. El arquero Peter Shilton describió cómo Maradona lo regateó y definió antes de que pudiera reaccionar.
Maradona mismo había vaticinado hacer dos goles a Inglaterra, incluso soñando con ello y comentándolo con sus hermanos y el médico del plantel, Raúl Madero. También le propuso una apuesta al «Tata» Brown, prediciendo una victoria de Argentina por 2 a 1 con sus dos goles. Dijo que se le antojó un «sánguche de mortadela» como «combustible» antes de la hazaña.
El descuento y la victoria Argentina
A pesar de la brillantez de Maradona, Gary Lineker de Inglaterra logró un gol de descuento de cabeza en el minuto 81, después de un desborde de John Barnes. Sin embargo, el partido finalizó con la victoria de Argentina por 2 a 1.
Legado y consecuencias Argentina avanzó a las semifinales, donde venció a Bélgica, y luego se consagró campeona del mundo por segunda vez al derrotar a Alemania Federal en la final. La victoria fue celebrada masivamente en Argentina como una «revancha simbólica» de la Guerra de Malvinas. Maradona consolidó su reputación como uno de los mejores futbolistas del mundo, siendo galardonado con el Balón de Oro como el mejor jugador del torneo. La rivalidad futbolística entre Argentina e Inglaterra se mantuvo viva, con encuentros posteriores en los Mundiales de 1998 y 2002.
X de Víctor Hugo Morales
A 39 años de aquel día, el 22 de junio de 1986 sigue siendo un momento imborrable en la historia del fútbol y de la cultura argentina, recordado anualmente por la prensa y aficionados. Se ha convertido incluso en el Día del Futbolista en Argentina.