Aunque a simple vista parece un comportamiento curioso o divertido, revolcarse en la tierra cumple varias funciones clave para los gatos, tanto domésticos como salvajes.
Mucho más que una picazón: el lenguaje secreto de las feromonas felinas
Según expertos en comportamiento animal, cuando un gato se revuelca en el suelo no solo busca aliviar una picazón ocasional. Al hacerlo, está liberando feromonas desde glándulas ubicadas en distintas partes de su cuerpo. Estas sustancias químicas actúan como una especie de firma personal, permitiéndoles marcar territorio de forma sutil pero muy efectiva.
Las feromonas son fundamentales en la comunicación felina. Al impregnarlas en el entorno, el gato está diciendo “esto es mío” sin necesidad de pelear o vocalizar. Es una conducta instintiva, heredada de sus ancestros salvajes.
Higiene y salud: otro motivo poderoso
Además del componente territorial, revolcarse en la tierra puede ayudar a los gatos a mantener su pelaje limpio. El roce contra la superficie puede servir para desprender suciedad, pelos muertos e incluso pequeños parásitos. Es una especie de “baño seco natural” que complementa su meticuloso aseo diario con la lengua.
Camuflaje y protección
Algunos especialistas también sugieren que esta práctica puede tener un objetivo evolutivo: ayudar al gato a camuflar su olor corporal. Al impregnarse de aromas del entorno, el felino reduce su olor natural, lo que en la naturaleza le sirve para no ser detectado por posibles depredadores o incluso presas.