El Banco Central (BCRA) dispuso una nueva y, esta vez generalizada, suba de encajes bancarios para asegurar que se retiren pesos de circulación y quitarle combustible a la escalada del dólar.
Encaje bancario es el porcentaje de los depósitos que los bancos deben mantener como reserva, ya sea en efectivo en sus cajas o depositados en el banco central. Esta reserva no puede ser utilizada para préstamos u otras inversiones. Su propósito principal es controlar la cantidad de dinero en circulación.
Los encajes fueron elevados a partir de este viernes 1° de agosto, del 36% al 40% efectivo para las cuentas a la vista y del 30% al 40% (por segunda vez en menos de dos semanas) para los fondos de inversión de dinero o “money market” en los que invierten las billeteras digitales que pagan renta a sus clientes por el dinero que mantienen en cuentas.
Esto quiere decir, por caso, que por cada $100 que los bancos capten de sus clientes en cuentas a la vista (cajas de ahorro y cuentas corrientes) deberán mantener inmovilizados $40, lo que dejará, sin dudas, menos pesos dando vueltas en el mercado. Se espera que esto “descomprima” la demanda de dólares aunque la consecuencia directa de la medida es que se volverá a encarecer el crédito.
Hay expectativas por verificar cuál será el impacto final de la medida sobre las tasas de interés que se negocian en los mercados.
Para vocería oficial
Aunque parezca mentira, el anuncio “oficial” se hizo en el canal de streaming privado oficialista Carajo, y llegó incluso antes de que la medida –que había sido aprobada por el directorio– fuera incluso incluida en la página web del Central. Recién más tarde en la noche esa normativa (Comunicación “A” 8289) fue publicada.
Allí volvió a presentarse el presidente del BCRA, Santiago Bausili que señaló: “Estamos notando que a los bancos les quedaba liquidez libre de sobra” refiriéndose al problemático desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) y la subsecuente escalada del dólar que no se detuvo, pese a las primeras medidas del gobierno.
Bausili concretó su tercera participación semanal consecutiva en el programa “Las Tres Anclas”, conducido por otros miembros del equipo económico y acompañado por militantes e influencers libertarios. Pero no fue el único funcionario allí presente.
«Riesgo Kuka”
Basuli estuvo en su aparición mediática, acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien explicó que las nuevas metas aprobadas por el FMI incluyen la próxima divulgación de un “sendero de compras” de reservas y que el objetivo de acumulación se revisó a la baja para no presionar al mercado.
“Compramos US$1500 millones en 35 días; eso supone que le quitamos oferta al mercado por US$70/75 millones por día”, dijo, dando a entender que dichas adquisiciones ayudaron a que el tipo de cambio aumente.
“Ahora, por el riesgo kuka, algunos deciden cubrirse”, señaló el funcionario, tratando de minimizar la suba del tipo de cambio y haciendo alusión a los interrogantes que se generan ante las elecciones de medio término.
En esa línea, agregó que no hay motivos de preocupación. “Si empiezan a remarcar por la suba del tipo de cambio, van a vender menos, como ya sucedió”, añadió, asumiendo que la forma de contener la inflación continuará siendo apostar a la recesión y caída de las ventas.
Toda la carne a la parrilla
Pero además, en esta suerte de vocería oficial informalizada, participó también del diálogo el presidente Javier Milei, quien sostuvo que se trató de un intento de “hacer daño” al Gobierno, a la vez que culpó a Victoria Villarruel -a quien volvió a llamar “traidora”- de “habilitar una corrida” tras la sesión en el Senado convocada por la oposición.
El jefe de Estado vinculó a la vicepresidenta con el inicio de la corrida –en rigor ya lleva un mes– que empujó al dólar hasta sus máximos valores históricos. “La traidora dio lugar a una sesión ilegal para que nos rompan el equilibrio fiscal. Eso generó ruido y habilitó una corrida, un ataque especulativo”, afirmó en el streaming libertario
Agregó: “Fue el primer golpe político para generar inestabilidad en la demanda de dinero. Ahí es cuando atacan la moneda”.
A su vez, consideró que la sesión en la que la oposición se autoconvocó en el Senado y aprobó un aumento del 7,2% para las jubilaciones mínimas, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad fue un golpe político al esquema económico del Gobierno y sostuvo que “hay un intento de quebrar al Ejecutivo porque es año electoral y la inflación tiende a la baja”.
Aprovechó para continuar fustigando al Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, que esta semana vaticinó que el acuerdo del Fondo Monetario con el Gobierno dejará al país “a las puertas de otra crisis”. “
Dijo Milei: «Mandaron a la basura inmunda de Stiglitz a proclamar el apocalipsis”, dijo Milei, que en el medio, entre el economista y la vicepresidenta, ubicó al kirchnerismo, al que acusó –sin dar precisiones– de “jugar sucio” y “hacer daño” para hacer colapsar la economía.
“Iban a venir a hacer daño y nos preparamos para eso. No nos sorprende porque iban a buscar romper. Es lo único que tienen”, dijo sin despejar la incógnita sobre a quiénes se refería, más allá de apuntar contra el kirchnerismo o “los kukas” repetidamente. “Como nosotros sabíamos que ellos iban a jugar sucio, nosotros proponemos el desarme de las LEFI (Letras Fiscales de Liquidez )”, remató.