InicioSociedadEl mediático Juan del Val gana el Premio Planeta 2025

El mediático Juan del Val gana el Premio Planeta 2025

Después del terremoto Sonsoles, el vendaval Juan. Si el premio del año pasado a Paloma Sánchez-Garnica resultó insolitamente plácido, con una ganadora de perfil más literario y una carrera de evolución ejemplar que llevó al Planeta de paseo por por el Berlín de posguerra y los Estados Unidos de la segregación racial, el jurado del galardón, el mejor dotado del mundo, ha vuelto apostar por la campanada mediática y el talento de la casa. Juan del Val (Madrid, 1970), escritor, guionista y experto polemista de impacto televisivo gracias a su presencia en ‘El hormiguero’ de Antena 3, es desde esta noche el nuevo inquilino del panteón Planeta. Un millón de euros en el zurrón y su nombre grabado ahí donde antes estuvieron Vargas Llosa, Cela, Matute, Pombo (Álvaro, no María), Mendoza, Redondo y Salisachs, entre otros. 

Se apostaba fuerte en las últimas horas por Máximo Huerta, sospechoso habitual de corrillos y quinielas y futurible de perfil jugoso para el podio, pero Luz Gabás, Carmen Posadas, Pere Gimferrer, Eva Giner, Belén López, José Manual Blecua y Juan Eslava Galán han ungido con el LXXIV Premio Planeta a ‘Vera, una historia de amor’, la nueva novela de Juan del Val tras el éxito de ventas de ‘Bocabesada’. La obra, presentada al premio con el título de ‘No es tan fácil morir de amor’ y bajo el pseudónimo de Elvira Torres, sigue los paso de Vera, una mujer de mediana edad de la alta sociedad sevillana que rompe su matrimonio vacío e insatisfactorio con el marqués de Villaecijilla y comienza un tórrido romance con Antonio, un joven de origen humilde que la conduce a «un proceso de liberación personal».

Según explicó en la previa la portavoz del jurado, Luz Gabás, se trata de una novela coral contemporánea y ágil. Escrita en tercera persona y en presente, plantea una crítica social en clave de thriller y ahonda en temas como las desigualdades sociales y las revoluciones personales. Junto a Del Val, en el papel de finalista, la escritora gallega Ángela Banzas, autora hasta ahora de la escudería Penguin Random House que se estrena en Planeta con ‘Cuando el viento hable’, un drama de gemelas perdidas y experimentos terribles en la Galicia rural. Una historia sobre el miedo, la oscuridad y los contextos históricos adversos que le han valido a Banzas los 200.000 euros que corresponden a la finalista.

«Esto es tan asombroso, una cosa tan fantástica, que parece que solo le puede pasar a los demás», ha celebrado Del Val en el momento de recoger el galardón. Ha recordado el ganador sus años de albañil y peón de obra, «expulsado del sistema» entre polvo y hormigón, para subrayar lo insólito del momento. «Lo mejor que tiene la vida es que nunca se sabe sabe, y de eso va ‘Vera, una historia de amor’, de lo insólito», ha dicho segundos antes de reivindicar sin complejos la vocación comercial de su literatura. «Se escribe para la gente, no para una supuesta élite comercial. Considerar que calidad y comercial son opuestos es faltarle el respeto a la gente. Yo soy lo que escribo y a escribir le debo todo lo que soy», ha asegurado.

El veredicto se ha dado a conocer este miércoles en una gala literaria en el MNAC presidida por la vicepresidenta segunda y minstra de Trabajo, Yolanda; los consellers de Presidència y Cultura, Albert Dalmau y Sonia Hernàndez; y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. De fondo, los ecos de la huelga general por Palestina que cortó algunos accesos, retrasó la llegada de algunos invitados y se materializó en la Sala Oval del museo en forma de ‘kifuya’ a los hombros de Alicia Giménez Bartlett, ganadora del Planeta de hace justo 10 años.

Ángela Banzas, finalista. / Laura Trives / EPA

El martes, durante la presentación de las novelas que aspiraban al podio, el jurado manifestó su satisfacción ante el incremento de obras de corte fantástico e híbridos de novela histórica llegadas al buzón del premio. A la hora de la verdad, sin embargo, el guion ha sido bastante parecido al de las últimas ediciones: dramas familiares, inquietudes amorosas y ardores pasionales. De ‘romantasy’, de momento, ni rastro. 

Contar el mundo

Del Val, marido de Nuria Roca y uno de los rostros televisivos más populares gracias a su presencia en ‘El hormiguero’ de Pablo Motos, ha coronado la cima del Planeta tras reivindicarse como escritor con títulos como ‘Delparaíso’. «Soy escritor. Tengo la necesidad de –modestamente– contar el mundo, y como mejor lo hago es escribiendo. En la tele soy yo, pero estoy incompleto”, le contaba hace uno par de años a Núria Navarro durante la promoción de ‘Bocabesaba’, hasta hoy su última novela.

Desde entonces, el escritor y tertuliano lo ha tenido cada vez más complicado para conciliar todas sus facetas laborales y creativas. Para terminar ‘Vera, una historia de amor’, de hecho, ha recurrido a una medida extrema: alquilar un estudio y aprovechar las vacaciones para teclear sin pausa. «Cuando estoy dentro no veo nada más, es como si el mundo desapareciera entre las páginas», reconocía en entrevista reciente.

Autor de cuatro novelas y otras dos firmadas a medias con mujer, la también presentadora y tertuliana Nuria Roca, Del Val debutó en 2017 con ‘Parece mentira’, una historia de amor y morbo protagonizada por un chico de barrio, y la segunda ya fue la vencida: con ‘Candela’, novela coral nacida del humor y la fascinación por las mujeres, ganó el Premio Primavera, también de Planeta.

Banzas, por su parte, llegó a la novela con ‘El silencio de las olas’, a caballo entre Santiago de Compostela y la Costa de Morte, y desde entonces ha publicado otras tres novelas marcadas por los silencios familiares, las intrigas históricas y el paisaje gallego. La última, ahora penúltima, ‘El aliento de las llamas’, viaja a 1889 para urdir una historia de amor y redención. Sobre ‘Cuando el viento hable’, Banzas ha dicho que se trata de su primera historia de amor, una obra «especial e íntima» que parte de un recuerdo de infancia de cuando estuvo ingresada en el hospital con 7 años y le leía cuentos a su compañera de habitación, una niña «atrapada en su propio cuerpo». «Permítanme subrayar la importancia que tienen las bibliotecas dentro de los hospitales», ha reivindicado.

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