El Gran Premio de México tuvo un inicio agitado y con consecuencias para Franco Colapinto. El piloto argentino, integrante del equipo Alpine, protagonizó un trompo en los primeros metros de la competencia luego de un leve contacto con Lance Stroll, de Aston Martin, mientras disputaban posiciones en la segunda curva del trazado del Autódromo Hermanos Rodríguez.
El toque dejó a ambos autos desacomodados, pero Colapinto fue quien salió más perjudicado: su monoplaza quedó cruzado sobre la pista y, aunque pudo reanudar la marcha, no pudo avanzar en el clasificador. El incidente no generó sanciones, aunque las repeticiones mostraron al canadiense abriéndose hacia la derecha sin advertir la presencia del argentino.
Colapinto había optado por iniciar la competencia con neumáticos duros, una elección diferente a la de la mayoría de los pilotos, que apostaron por el compuesto blando. La estrategia buscaba extender el primer tramo de carrera y aprovechar el ritmo del Alpine en las vueltas finales.
En paralelo, la largada también tuvo otros episodios: los dos Ferrari se tocaron levemente y Max Verstappen debió recortar una curva por falta de espacio. George Russell pidió que el neerlandés devolviera la posición, lo que agregó tensión al arranque de la prueba.
X de Formula 1
A pesar del trompo inicial, Colapinto consiguió mantenerse en pista y recuperar algunas posiciones tras el abandono de Liam Lawson. Con el paso de las vueltas, logró acercarse a su compañero Pierre Gasly, aunque la neutralización del final con Virtual Safety Car impidió que pudiera superarlo.
El piloto bonaerense completó la carrera con un rendimiento constante, mostrando ritmo en las vueltas intermedias, aunque condicionado por el incidente del inicio.
