La lengua de signos sigue siendo una de las grandes olvidadas para buena parte de la ciudadanía, a pesar de su papel clave como herramienta de inclusión y respeto hacia las personas sordas o con discapacidad auditiva. Se trata de un idioma completo, con su propia gramática, sintaxis y expresividad, que permite comunicarse más allá de las barreras del sonido y facilita el acceso a derechos básicos como la educación, la sanidad o la información.
En lengua de signos, como en cualquier otra lengua, los nombres propios también tienen sus equivalencias. Es el caso de “Córdoba”, cuya representación ha despertado el interés en redes sociales gracias a un vídeo del creador de contenido Luis Cabello, que muestra cómo se dice el nombre de la ciudad utilizando este lenguaje visual. El gesto, tal y como explica el propio usuario, recuerda a la forma de un sombrero cordobés, uno de los símbolos más reconocibles del imaginario local.
Una persona habla por lengua de signos. / CÓRDOBA
Unos 6.000 sordos en Córdoba
Se estima que en España hay más de un millón de personas sordas, aunque solo unas 70.000 utilizan habitualmente la lengua de signos. En Córdoba, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hay aproximadamente 6.000 personas sordas. Además, la hipoacusia afecta a un 0,4% de los recién nacidos en la provincia.
Diferentes asociaciones y organizaciones insisten en que la visibilización y uso cotidiano de la lengua de signos es esencial para fomentar una sociedad más accesible e igualitaria.
Una persona habla por lengua de signos. / EL PERIÓDICO
Decir «Córdoba» con las manos
En el vídeo compartido por Luis Cabello en TikTok, se muestra el signo asociado a Córdoba: se juntan los dedos pulgar e índice de ambas manos formando una especie de pinza. Luego se colocan a ambos lados de la sien y se dibuja un semicírculo hacia adelante, evocando claramente la silueta del tradicional sombrero cordobés. Un detalle que convierte este signo en algo más que una simple palabra: es también una referencia cultural.
Otra variante posible, según algunas fuentes, consiste en representar la letra “C” con una sola mano —palma hacia arriba— y desplazarla ligeramente hacia abajo y hacia un lado, simulando el contorno de la inicial de la ciudad.